En 1871, por la
Paz de Versalles, y tras la derrota
sufrida frente a Prusia (Sedán
y Metz), Francia hubo de ceder
a ésta los territorios de Alsacia y Lorena,
que estaban bajo su soberanía desde 1648.
Desde entonces un sentimiento reivindicativo
y revanchista, atizado por problemas
derivados de la expansión imperialista, ensombreció
las relaciones franco-alemanas. |
Napoleón III |